En un mundo digital, las organizaciones dependen de la disponibilidad continua de infraestructura, aplicaciones y datos para ser competitivas. Esto las lleva a desplegar estrategias de disaster recovery (DR) que garanticen seguridad y resiliencia empresarial.
Sin embargo, la digitalización y el crecimiento exponencial de la data hacen que una buena parte de las soluciones de recuperación ante desastres tengan dificultades para adaptarse a las necesidades modernas, ya que no son escalables y se basan solamente en datacenter físicos —cuando los servidores, el storage y los dispositivos de red están ahora definidos por software—.
Frente a este panorama, ¿cómo pueden las compañías diseñar una estrategia de disaster recovery que sea capaz de proteger los datos en entornos centrados en lo digital? Te lo contamos en esta nota.
¿En qué consiste el disaster recovery?
Antes de adentrarnos en el diseño de una estrategia que permita una recuperación efectiva ante desastres, es fundamental dejar en claro algunos conceptos.
Cuando hablamos de desastre, hacemos referencia a cualquier evento, planificado o imprevisto, que amenaza la capacidad de una organización para operar.
Los desastres se dividen en dos grandes grupos: naturales y provocados por el ser humano. Los primeros, como los terremotos o huracanes, pueden causar desde interrupciones menores hasta fallas críticas.
Por su parte, los desastres provocados por el ser humano son más variados y difíciles de predecir, ya que pueden ser accidentales, como una mala configuración o una eliminación no deliberada de datos, o maliciosos, como ransomware u otros ciberataques.
Ante cualquier tipo de catástrofe, ya sea natural o humana, una buena estrategia de recuperación de desastres (DR) es indispensable para poder volver a la normalidad lo más rápido posible.
Vale aclarar que disaster recovery no es lo mismo que business continuity. Mientras que la recuperación ante desastres procura que una empresa pueda volver a operar después de un evento imprevisto, la continuidad del negocio asegura que las operaciones no se detengan en ningún momento, ya sea por eventos planificados o no.
Ahora bien, aunque sean diferentes en términos de alcance, una solución de recuperación ante desastres efectiva puede resultar muy útil para la continuidad del negocio.
En este sentido, para mantenerse operativas, las organizaciones necesitan una sólida estrategia de recuperación ante desastres centrada en 2 objetivos clave:
- Reaccionar eficazmente ante eventos imprevistos, como desastres naturales, fallas en la infraestructura, cortes de energía, conductas de usuarios, y ransomware, entre otros.
- Proteger los datos durante eventos disruptivos planificados, como migraciones, adopción de la nube, y consolidación de centros de datos, entre otros.
Finalmente, es fundamental entender que las copias de seguridad no equivalen al DR, ya que tienen grandes limitaciones en términos de recovery. Los backups tradicionales no ofrecen los tiempos de recuperación ni los puntos de recuperación que las empresas modernas requieren, ya que son procesos lentos que pueden demorar días o semanas.
En pocas palabras, una buena estrategia de disaster recovery debe ayudar a reaccionar no solo ante eventos imprevistos, como desastres, sino también ante interrupciones planificadas, como iniciativas que impulsan el negocio.
5 elementos que no pueden faltar en una estrategia de recuperación ante desastres
Para asegurar que una compañía está preparada para cualquier eventualidad, es crucial diseñar una estrategia de DR robusta que contemple una serie de factores clave.
RTO y RPO bajos
El éxito de una estrategia de recuperación ante desastres se mide por dos métricas principales: el objetivo de tiempo de recuperación (RTO) y el objetivo de punto de recuperación (RPO). Ambos deben ser lo más bajos posible, ya que cada minuto de inactividad o cada dato perdido se traduce en costos para la empresa.
Para lograr un RTO óptimo, existen dos métodos clave: recuperación local instantánea y conmutación por error a un sitio secundario.
Por su parte, para que el RPO sea prácticamente nulo, es necesario utilizar tecnologías de replicación de datos en tiempo real. Esto es especialmente importante para aplicaciones complejas que dependen de múltiples máquinas virtuales y deben ser restauradas de manera consistente a fin de no perder información crucial.
Lograr los mejores RTO y RPO posibles reduce el costo de los desastres. Cuanto antes los sistemas vuelvan a estar en línea con los datos más recientes, antes la organización podrá volver a funcionar.
Resiliencia frente al ransomware
A diferencia de los ataques tradicionales, el ransomware encripta los datos y sistemas enteros. Esto hace que los expertos en DR sean tan importantes como los especialistas en ciberseguridad.
En este sentido, una solución de disaster recovery realmente efectiva debe promover la resiliencia frente al ransomware, siendo capaz de rebobinar sistemas a un estado previo al ataque en cuestión de segundos, automatizar la recuperación, crear copias de datos en múltiples ubicaciones, restaurar sistemas completos y archivos individuales, realizar pruebas de recuperación sin interrumpir las operaciones del negocio, fomentar la detección de los ataques y proporcionar copias de datos inmutables.
Priorización de cargas de trabajo
En un mundo que depende cada vez más de los servicios digitales disponibles 24/7, no todos los sistemas IT tienen la misma importancia.
Por lo tanto, una estrategia de disaster recovery inteligente comienza por identificar y priorizar los sistemas, aplicaciones y datos más críticos para cada negocio.
Esto requiere analizar qué sistemas tienen un impacto directo en la rentabilidad y la productividad y desplegar iniciativas diferentes que contemplen acciones para aplicaciones más críticas y menos importantes, que pueden aceptar RTO y RPO más flexibles.
Después de todo, los esfuerzos deben centrarse en aquello que es vital para mantener el negocio en marcha.
Costo total de propiedad
Cuando se evalúan soluciones de recuperación ante desastres, es un error centrarse solo en el precio inicial.
El costo total de propiedad (TCO) es mucho más amplio y debe incluir todos los gastos a largo plazo, como la implementación, el mantenimiento, la capacitación del personal y, lo más crítico, el costo de un posible desastre. Una solución que a priori parece económica puede volverse muy costosa si no ofrece buenos RTO y RPO.
Además, una buena estrategia de DR debe ser sencilla y unificada. Un plan que depende de múltiples herramientas y tecnologías complejas no solo es difícil de manejar, sino que aumenta el riesgo de errores en un momento de crisis, cuando no hay margen para fallar.
Por eso, es más conveniente optar por una solución integral que agrupe todas las funcionalidades necesarias. Aunque algunas características avanzadas, como la automatización, puedan tener un costo extra, su valor a largo plazo es incalculable.
Tecnologías de replicación
La replicación asegura que los datos y sistemas críticos estén disponibles en una ubicación secundaria.
Ahora bien, para lograr una mayor efectividad en el DR, es clave entender las diferentes tecnologías de replicación de datos, especialmente aquellas diseñadas para el mundo moderno de la virtualización y la nube.
- Replicación basada en hardware (array-based y appliance-based). Estas soluciones son rígidas y no se adaptan a entornos virtuales. Al replicar la totalidad del almacenamiento, sin importar cuánto se use, resultan ineficientes y costosas. Además, hacen que las compañías dependan de un solo proveedor y complican la gestión con múltiples puntos de control.
- Replicación sincrónica. Aunque parece ideal para crear una copia exacta en un segundo sitio, tiene una falla crítica: también replica los errores. Si un ataque de software, como un virus o ransomware, infecta el sistema principal, la réplica se infecta también.
- Replicación basada en el sistema operativo (Guest/OS). Requiere instalar un agente en cada servidor. Esto limita la escalabilidad en entornos grandes y puede afectar el rendimiento. También dificulta la gestión y no garantiza la consistencia de las aplicaciones complejas.
- Snapshots y soluciones de hipervisores. Los snapshots son útiles para restauraciones rápidas, pero no ofrecen una protección completa, ya que no son continuas y solo protegen un momento específico. De forma similar, las soluciones de los propios hipervisores (como VMware vSphere Replication) son funcionales, pero carecen de las características empresariales necesarias para una solución completa de DR, como la automatización y la orquestación.
Dado que todas estas tecnologías tradicionales tienen limitaciones significativas, la mejor alternativa es una replicación definida por software, que se integra directamente en la capa de virtualización, como la que ofrece HPE Zerto.
Esta solución promueve la replicación desde la capa de almacenamiento a la de la virtualización. Esto la hace independiente del hardware, más flexible, más simple de manejar y mucho más rentable, permitiendo una verdadera recuperación ante desastres en infraestructuras modernas e híbridas.
Zerto, tu aliado para un disaster recovery efectivo
Basado en la protección continua de datos (CDP), Zerto unifica el DR, la resiliencia frente al ransomware y la movilidad multinube, brindando una experiencia unificada y automatizada de recuperación y gestión de datos en cargas de trabajo virtualizadas y en entornos cloud.
La solución Zerto ofrece excelentes RPO y RTO para mitigar el impacto de cualquier interrupción, incluyendo desastres naturales, fallas de hardware, ransomware y otras interrupciones planificadas o imprevistas.
Además, funciona en diferentes nubes y plataformas, brinda protección centrada en aplicaciones, detecta cifrado en tiempo real, ofrece replicación casi sincrónica, proporciona protección automatizada de VM y facilita el cumplimiento de diversas normativas, desde acuerdos de nivel de servicio hasta regulaciones gubernamentales.
¿Qué esperás para impulsar la estrategia de disaster recovery de tu organización? ¡Hablemos!