La computación en la nube tiene como objetivo hacer más rápidos, rentables y eficaces los procesos de una organización. Propósitos que también comparte la metodología LEAN, un enfoque ágil que es cada vez más adoptado por todo tipo de organizaciones.
En este artículo, te contamos de qué se trata esta metodología y por qué la infraestructura cloud es clave para potenciarla.
¿Qué es la metodología LEAN?
Se trata de un abordaje que gestiona de manera eficiente los procesos de una compañía eliminando “desperdicios”, es decir, actividades que no aportan valor a la operatoria y que, por el contrario, llevan a un gasto desmedido e injustificado de recursos.
La metodología LEAN busca agregar valor a cada uno de los procesos organizacionales identificando sobrecargas y problemas en las tareas productivas y suprimiendo aquello que está de más, sean actividades, materiales, herramientas o tiempo de trabajo.
De esta forma, optimiza la calidad del producto o del servicio y la experiencia de los clientes, ya que los cambios introducidos mejoran las soluciones que reciben.
Esta filosofía surgió en Japón, cuando ingenieros de la firma Toyota diseñaron el Sistema de Producción Toyota (TPS) con el objetivo de hacer más eficiente la fabricación de vehículos y fortalecer los vínculos con partners y clientes.
El éxito fue rotundo, ya que este enfoque logró impulsar la productividad de esta compañía automotriz. En consecuencia, diferentes autores comenzaron a analizar cómo podía ser utilizado por otras empresas para potenciar sus procesos.
La gestión de proyectos basada en la metodología LEAN está compuesta por 5 principios que permiten alcanzar una óptima productividad:
Identificación del valor. Esto implica conocer los intereses, aspiraciones y objetivos de las partes interesadas.
Mapeo del flujo de valor. En este estadio, es necesario identificar el flujo de trabajo actual y empezar a pensar en cuál sería el ideal, teniendo en cuenta todas las fases del proyecto. Al compararlos, es posible ver los “desperdicios” de cada etapa.
Creación del flujo. Aquí, se rediseña el plan de gestión eliminando los elementos superfluos identificados en el punto anterior y, de ser necesario, se reconfiguran los pasos.
Establecimiento de un sistema “pull”. Es decir, un mecanismo que permite incorporar acciones al proceso a medida que las tareas anteriores se van terminando. El propósito es mantener los flujos de trabajo en movimiento.
Mejora continua. La iteración es una parte fundamental de este enfoque, ya que permite perfeccionar la gestión. Por eso, el último principio consiste en la búsqueda permanente de puntos de mejora de los procesos.
Infraestructura en la nube para potenciar los proyectos LEAN
Como ya mencionamos, la metodología LEAN se enfoca en la eliminación de desperdicios y en la mejora continua de los procesos. En este sentido, se relaciona con las soluciones de infraestructura cloud, que hacen posible que las compañías alojen, procesen y almacenen aplicaciones, sistemas y datos en servidores remotos.
Ambas están estrechamente vinculadas en diferentes aspectos. Uno de ellos es la flexibilidad y la escalabilidad. La nube permite que las organizaciones sean flexibles y escalen su infraestructura a demanda. Al mismo tiempo, la filosofía LEAN hace hincapié en la elasticidad y en la capacidad de respuesta a los cambios.
Además, la reducción de costos es un objetivo en común entre ambos enfoques. Gracias a la puesta en marcha de la mirada LEAN, las compañías pueden identificar y suprimir actividades que consumen recursos y no aportan valor, lo cual disminuye el gasto. La infraestructura en la nube, por su parte, también permite el control del presupuesto y evita inversiones iniciales y sobreaprovisionamiento.
Asimismo, a través de las soluciones cloud las empresas pueden realizar mejoras continuas sobre su infraestructura IT, objetivo que comparte con la mirada LEAN, centrada en la identificación de puntos a perfeccionar y en la ejecución de cambios permanentes para optimizar los procesos y reducir el desperdicio de recursos.
Por último, la filosofía LEAN pone énfasis en la automatización de procesos, ya que la concibe como una solución clave para reducir los errores y los gastos de tiempo y dinero asociados a las tareas manuales. Lo mismo plantean las soluciones basadas en la nube, dado que permiten automatizar acciones repetitivas y eliminar errores.
En síntesis, las soluciones de infraestructura en la nube encuentran en la metodología LEAN una gran aliada que las ayuda a mejorar la eficiencia, reducir los costos y optimizar continuamente los procesos. Te invitamos a que nos contactes para saber más sobre esta combinación poderosa.